lunes, 9 de octubre de 2017

Eso que llaman amor

Me puse a pensar, como tantas noches de desvelos o días sin poder hacer otra cosa porque me desconcentro con mi pensamiento, que todos mis miedos o ansiedad de una u otra forma terminan estando ligados al tema AMOR (así en mayuscula)
Miedo a no ser nunca correspondida por alguien, miedo por todas esas veces que coincidí pero sin embargo nunca fue, miedo a no ser suficiente, a que no se banquen mis defectos o yo no bancarme el ritmo de una relación. Miedo al desamor, a la desprotección, al olvido o desgaste. Y todos estos miedos me consumen y paralizan, me cortan la respiración.
Me pongo a recordar y desde siempre quise poder vivir una historia de amor, con un príncipe y yo la princesa; aunque de princesa no tenga ni la ropa, la belleza o actitud. Obviamente el príncipe azul tampoco existe...
No entiendo por que no se me da el tema amor... Me encanta ver películas donde después de un nudo dramático por fin llega al desenlace y el final con un "y vivieron felices por siempre"; me encanta ver como mis amigas por fin pudieron encontrar chicos que las traten como realmente se merecen, después de haber pasado por relaciones que no les hicieron tan bien. Y soy feliz, realmente soy feliz viendo como ellas lo son, como la gente lo es cuando encuentra su verdadero amor; soy feliz cuando voy por la calle y me cruzo a una parejita de jovenes con el amor y hormonas a flor de piel a los besos en una esquina, cuando veo una parejita de viejitos caminando de la mano, cuando veo a mis abuelos o a mis papás que a pesar de pequeñas discusiones, después de minutos vuelven a estar bien, siempre vuelven a apostar al amor. Y quizás de eso se trata el amor, no? De apostar.
Y aunque soy feliz viendo todo esto, voy a admitir que una parte en mi interior se parte y se retuerce, porque desea que le pase algo igual; me encantaría experimentar esa sensación, saber lo que es estar enamorada de alguien y que los ojos le pertenezcan a esa persona.
Mientras tanto no me queda más que imaginar como sería ese día, cuando por fin llegue, cuando por fin me toque a mi experimentar eso que llaman AMOR.

jueves, 5 de octubre de 2017

Fantasmas

Todos los días son una constante lucha por despertarme, por poder salir de la cama, por tratar de controlar mi cabeza que no hace otra cosa que pensar cosas que sólo me hacen mal, por no estresarme, no ponerme nerviosa, por poder hablar con la gente sin que me tiemble la voz y me suden las manos...
Hace tiempo vengo así, quizás unos 2 años, y ya no se como controlarlo o manejarlo, para medianamente poder vivir bien.Digo 2 años de que lo siento más intenso y no lo puedo controlar.
Desde mi adolescencia la mayoría del tiempo fue así. Quizás este ligado a mi baja autoestima y miles de mambos más que tengo contra mi. La diferencia es que antes si podía manejarlo; estaba rodeada de amigas la mayoría del día, iba de acá para allá con mis actividades extraescolares, me refugiaba en la música, libros o frases que encontraba. Hoy en día ya me cansé, ya no le pongo tanto significado a las letras de los temas y las frases de autoayuda me molestan. Ya no se de donde sacar fuerzas para tener ganas; ganas de hacer, de ser...
Y sin embargo junto valor y fuerzas para levantarme una vez más y planear cosas, salir, con tal o tal persona. Mantenerme en movimiento, despejarme, tratar de no pensar. Y casi, casi; pero no lo logro. En el momento soy feliz, me río, realmente lo disfruto. Pero me quedo sola y vuelven los fantasmas.
Y no me malinterpreten, no tengo una mala vida, nunca la tuve. Es más, viví cada etapa de mi vida como las mejores, la mejor familia me tocó a mi, desde mis papás, mi hermano, mis abuelos, hasta mis primas. Las mejores amigas, que a pesar del tiempo, la distancia, el estudio, de una u otra forma siempre estan, siempre estuvieron. Pero sin embargo siempre hay algo que me traba y no me deja estar completamente tranquila y no encuentro el motivo. Ese algo no me deja avanzar y me siento impotente. Siento que no me deja crecer y no lo puedo soltar. Y se que la que maneja eso soy yo, pero siento que no tengo los recursos ni la fuerza para hacer el click y soltarlo.
Pero acá estoy. Con cada nuevo día salgo de la cama (quizás un poco tarde), me baño y me arreglo con la mejor ropa que tengo, me pongo un poco de maquillaje (no para cubrir nada, sino como forma de cuidarme y sentir que me esfuerzo por querer verme bien), me perfumo y salgo a la calle con la cabeza en alto y una buena postura, tratando de convencerme que hoy si voy a poder con todo; y por dentro todos mis fantasmas, mi ansiedad, que gritan cosas en mi cabeza y que yo intento callar. Un día más para salir a luchar